Chagas
Introducción
La enfermedad de Chagas debe su nombre al médico brasileño Carlos Chagas, quien la descubrió en 1909. Esta enfermedad es causada por el parásito Trypanosoma cruzi, que es transmitido a los animales vertebrados mamíferos y a los seres humanos a través de insectos vectores (triatominos) que se encuentran solamente en las Américas. Por lo que se le conoce también como tripanosomiasis americana.
Esta enfermedad representa uno de los principales problemas de salud pública en las zonas endémicas por ser una de las causas de morbilidad y mortalidad más importantes en el continente americano. Se calcula que entre ocho y once millones de personas en México, Centroamérica y Suramérica tienen esta enfermedad, pero la mayoría de ellas no saben que están infectadas. La enfermedad de Chagas, cuando no es tratada puede durar toda la vida y ser potencialmente mortal.
Anteriormente se pensaba que la enfermedad de Chagas era una enfermedad netamente de zonas rurales, sin embargo en la actualidad se conoce que el impacto de esta enfermedad no se limita a estas zonas. El movimiento poblacional y nuevas construcciones habitacionales en zonas periurbanas, aunado a la migración de poblaciones a gran escala desde las zonas rurales a las zonas urbanas en Latinoamérica y/o hacia otras regiones del mundo, han aumentado la distribución geográfica y cambiado la epidemiología de la enfermedad de Chagas a nivel mundial. En Venezuela, en los últimos años esta enfermedad se ha distribuido en un gran número de zonas urbanas, dejando de ser una enfermedad netamente de la pobreza, a pesar de que sigue afectando más a los desposeídos tanto del campo como de las ciudades. En Estados Unidos y algunos países fuera del continente Americano donde está presente la enfermedad de Chagas, aunque no a niveles endémicos, la transmisión es causada principalmente por transfusiones de sangre, trasplantes de órganos, y transmisión de madre a bebé (congénita) durante la gestación.
Investigaciones del Dr. Jacinto Convit
El Dr. Convit comprometido con la colaboración en estudios de enfermedades endémicas del país, colaboró con trabajos epidemiológicos y científicos básicos relacionados con la enfermedad de Chagas y su agente causal Trypanosoma cruzi. Entre sus aportes se encuentra el aporte en la identificación de reservorios de T. cruzi en zonas endémicas del país, así como su participación en estudios básicos sobre las características bioquímicas y celulares del parásito que permiten obtener más conocimientos sobre el sistema del parásito y por tanto identificar posibles blancos para el diseño de nuevos tratamientos.
Rol de la Fundación Jacinto Convit
La Fundación Jacinto Convit bajo su proyecto de Instalación de una Unidad de Diagnóstico Molecular, pretende incluir pruebas diagnósticas para la enfermedad de Chagas, y de esta manera contribuir con el diagnóstico preciso y temprano de la población, a través de las instituciones hospitalarias del país.
Información para Pacientes
¿Cómo se contrae la enfermedad de Chagas?
Las personas pueden infectarse de varias maneras. En las zonas donde la enfermedad de Chagas es endémica, la principal forma de transmisión es a través de los insectos vectores, conocidos como triatominos (Chipo o Pito). Estos insectos chupadores de sangre se infectan al picar a un animal o una persona infectada, una vez infectado cuando pica a un hombre sano e ingiere la sangre, defeca al momento expulsando los parásitos (T. cruzi) en las heces, la persona sin darse cuenta puede rascarse y los parásitos entran al cuerpo ya sea por la misma herida de la picadura, por alguna de las mucosas cercanas o a través de cortadas en la piel. Los chipos se encuentran principalmente en casas hechas de materiales como barro, adobe, paja, techo de palma y mezclas combinatorias de éstos (bahareque), sin embargo también se pueden encontrar en las edificaciones urbanas, en áreas con cierta humedad y oscuridad, detrás de muebles, cuadros, cajas, debajo de colchones o cerca de la basura. Durante el día los insectos se ocultan, y durante la noche, cuando los residentes están durmiendo, salen para alimentarse. Debido a que tienden a picar la cara de las personas, estos insectos triatominos también se les conoce como "insecto besador", a veces picando cerca de los ojos y por tanto generando el conocido "signo de Romaña" que es una inflamación de la mucosa del ojo causada por la picadura.
Las personas también se pueden infectar a través de las siguientes vías:
Transmisión oral por consumo de alimentos sin cocinar contaminados de heces de insectos infectados.
Transmisión congénita (de una mujer embarazada a su bebé).
Transfusión de sangre.
Trasplante de órganos.
Exposición accidental en un laboratorio.
Se considera que la transmisión congénita no ocurre en todos los casos de madres con enfermedad de Chagas, y amamantar no plantea ningún riesgo aun cuando la madre tenga la enfermedad. Sin embargo, si la madre tiene los pezones agrietados o si hay sangre en la leche materna, esto presenta un riesgo para el bebé, por tanto debe extraerse la leche y botarla hasta que los pezones se curen y se detenga el sangrado.
¿Cuáles son los signos y síntomas de la enfermedad de Chagas?
La enfermedad de Chagas tiene dos fases: la fase aguda y la fase crónica. Ambas fases pueden ser asintomáticas o ser potencialmente mortales.
La fase aguda tiene lugar en las primeras semanas o los primeros meses después de la infección. Generalmente pasa desapercibida porque exhibe signos y síntomas leves que no son exclusivos de la enfermedad de Chagas, como fiebre, fatiga, dolor general del cuerpo, dolor de cabeza, sarpullido, pérdida de apetito, diarrea y vómito. Aún si los síntomas aparecen durante la fase aguda, por lo general, desaparecen por sí solos en unas cuantas semanas. Sin embargo, a pesar de que los síntomas desaparecen, la infección persistirá si no se trata. En muy pocas ocasiones (<5%), los niños pequeños mueren por inflamación o infección grave del músculo cardíaco (miocarditis) o del cerebro (meningoencefalitis). También, personas con sistemas inmunitarios debilitados (ancianos, personas con SIDA, entre otros) pueden morir durante el desarrollo de la fase aguda.
La fase crónica se presenta entre 10 y 30 años después de la infección, presentando en ese momento complicaciones cardíacas como agrandamiento del corazón (miocardiopatía), insuficiencia cardíaca, alteración del ritmo o frecuencia cardíaca y paro cardíaco (muerte súbita). Siendo esta la principal causa de muerte de estas personas con enfermedad de Chagas. Además, y en menor proporción, pueden presentar complicaciones intestinales como agrandamiento del esófago (megaesófago) o del colon (megacolon), causando dificultades para comer o defecar. El riesgo promedio de presentar una o más de estas complicaciones es de aproximadamente 30%. De manera que no todas las personas infectadas con T. cruzi desarrollan la enfermedad con estas características de la fase crónica, permaneciendo en una fase conocida como Indeterminada, asintomática.
¿Qué debo hacer si creo que tengo la enfermedad de Chagas?
Usted debe hablar de estas inquietudes con su médico, quien lo examinará y le hará preguntas que le permitirán orientarse sobre las posibilidades de infección y por tanto remitirle a hacerse una prueba diagnóstica. Si se determina que usted tiene la enfermedad de Chagas, se debe poner en contacto con un cardiólogo quien le hará un chequeo general aunque usted se sienta bien. Este tipo de control es importante para monitorear la evolución del paciente e identificar a tiempo algún cambio en el funcionamiento del corazón, lo cual permitirá ejercer una acción temprana antes de que ocurra un daño importante e irreversible en el músculo cardíaco.
¿Cómo se trata la enfermedad de Chagas?
Hay dos formas de abordar el tratamiento y ambas pueden salvar la vida del paciente: tratamiento antiparasitario para matar el parásito, y tratamiento sintomático para controlar los síntomas y los signos de la infección.
El tratamiento sintomático puede ayudar a aquellos que tienen problemas cardíacos o intestinales causados por la enfermedad de Chagas. Por ejemplo, los marcapasos y los medicamentos para controlar los latidos irregulares del corazón pueden salvar la vida de algunos pacientes con enfermedad cardíaca crónica, permitiendo así que las personas tengan una vida normal a pesar de tener esta enfermedad.
El tratamiento antiparasitario con el que se cuenta actualmente es más efectivo en la fase temprana de la infección. En Venezuela, este tipo de tratamiento está disponible a través de la red unificada de salud pública, sin embargo los medicamentos utilizados actualmente son altamente tóxicos y causan un sin número de importantes efectos secundarios.